De camino a este recóndito restaurante te preguntarás en más de una ocasión si no te habrás perdido. No te desanimes: a media hora en coche al sur de Oaxaca y por varios caminos de tierra llenos de baches, este humilde destino accesible sólo previa reservación es lo más parecido a una casa particular a la que te invitan a comer. Sus anfitriones, el chef Jorge León y su madre, doña Elvia, te recibirán en un idílico y frondoso patio con mesas bajo las ramas de los árboles. El menú de degustación no es formal ni extenso. Se trata más bien de una pausada sucesión de reconfortantes platos tradicionales: tamal con cebollas encurtidas y col morada, chile relleno con lentejas y rodajas de aguacate… Un dúo de moles con arroz y un taco de barbacoa completan esta deliciosa comida casera acompañada de excelentes tortillas.