Este pequeño local de La Condesa con suelos de cemento pulido y paredes de azulejos blancos es un café de barrio con mucho estilo. Casi todo el espacio lo ocupa la cocina: para sentarse solo dispone de seis asientos frente a la barra de madera y otro puñado repartido por la acera. Su breve carta pone el foco en platos elaborados a diario con maíz nixtamalizado: tamales, tacos, chilaquiles y enfrijoladas. También hay productos para llevar a casa, como las excelentes tortillas, que te llevarás calientes con un poco de suerte. El tamal de calabaza es un sabroso envuelto de masa recién cocida al vapor, salpicada de tiernos trocitos de calabaza y acompañado de una pequeña ensalada aderezada con semillas de calabaza caramelizadas.